Urdimbre: una forma de entender el diseƱo curricular
- Estudio Elefante
- 11 abr 2023
- 8 Min. de lectura
Por: Diana Amórtegui-Osorio
Consultor Senior de Estudio Elefante
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Todo empieza con una historia
Hace algĆŗn tiempo, en medio de una de esas conversaciones que solemos tener en las universidades, uno de mis colegas mencionó con bastante seguridad āel currĆculo es todoā en ese momento pensĆ© que esa afirmación, no decĆa nada, no se comprometĆa, no aclaraba y si dejaba en el ambiente una sensación de que cualquier cosa hace parte del currĆculo o que todos los procesos de la organización debĆan ser considerados como currĆculo y en especial, dejaba en manos de todos, es decir de nadie, la responsabilidad del diseƱo de currĆculos que respondieran a la naturaleza de la organización con altos estĆ”ndares de calidad. Esta situación reafirmó mi sensación del abismo que existe entre la comprensión de lo que es el currĆculo y la acción que implica su ideación, diseƱo, entrega y evaluación.
El abismo
Cuando nos enfrentamos al hecho de diseƱar un currĆculo o de declarar los lineamientos curriculares que orientan el diseƱo, entrega y evaluación de trayectorias formativas, nos encontramos con un abismo entre los modelos y teorĆas dispuestas para esto y el hecho mismo de la acción que implica la creación de propuestas curriculares.
Y hablo de un abismo, porque cuando se trata de empezar a diseƱar currĆculos nos encontramos con pocas herramientas prĆ”cticas que orienten este proceso y surgen las reflexiones sobre lo que es o no el currĆculo convirtiendo a la acción de creación en un momento de permanente disertación y poca concreción.
En este momento usted puede estar pensando que se encuentra avanzando en una lectura en la cual se presenta una postura instrumentalista del diseƱo curricular, yo prefiero llamarla pragmƔtica.
El CurrĆculo: Comprensiones
Entiendo la importancia de definir el currĆculo y de la disertación epistemológica alrededor de este, pero mĆ”s que un ejercicio teórico es necesario que las comprensiones que se tengan sobre lo que es y sobre lo que no es el currĆculo sean tan claras que permitan dar paso a la siguiente acción. El diseƱo.

Tradicionalmente se ha concebido el currĆculo, y todavĆa es muy frecuente dicha concepción, como un conjunto de planes y programas de estudio organizados por disciplinas. En muchos casos se le equipara al syllabus o al plan de estudios. Por otro lado, y como consecuencia de las transformaciones que se han dado en la sociedad y las demandas que implica, es de interĆ©s considerar el currĆculo como āun espacio teórico o lugar social de mediación de carĆ”cter pedagógico que se ubica entre los procesos de carĆ”cter social y cultural y los de formación de la personalidad, espacio a travĆ©s del cual la cultura externa objetiva se convierte en cultura interna subjetivada, asimilada o aprendidaā (Mendo, 2008,.)[1]
Stenhouse, L. (1987) afirma que el currĆculo es la prĆ”ctica de un proyecto que se gesta en el marco de la pedagogĆa, que se proyecta, se somete a investigación y permite mejorar el propio proceso. Desde esta perspectiva, el currĆculo se materializa en las prĆ”cticas de aula de cada uno de los estudiantes y profesores. Cada decisión puesta en escena en el aula constituye en sĆ misma una acción curricular. En este plano, la noción āarticulación curricularā emerge como un ejercicio de diĆ”logo entre dos o mĆ”s miembros de la institución que busca llegar a acuerdos mĆnimos sobre las formas de acción y los objetivos de comprensión y formación. El currĆculo se conforma con las acciones que, mediante la investigación, permiten al profesor como profesional que reflexiona sobre su prĆ”ctica, aprender de las ideas llevadas al aula.[2]

Compartiendo esta perspectiva Elliot, J. (1990), sostiene que el currĆculo no se queda en un plan de estudios preestablecido; āā¦se encuentra siempre en un proceso de llegar a serā (pg 24). Son orientaciones que se ajustan bajo la reflexión y acción del profesor, quien, para tal fin, tiene en cuenta en todo momento la experiencia de sus estudiantes.[3]
De manera concreta, y de conformidad con lo establecido en el contexto normativo colombiano, el artĆculo 76 de la ley 115 de 1994 o Ley general de la educación, define el currĆculo como āel conjunto de criterios, planes de estudios, programas, metodologĆa, y procesos que contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local, incluyendo tambiĆ©n los recursos humanos, acadĆ©micos y fĆsicos para poner en prĆ”ctica las polĆticas y llevar a cabo el proyecto educativo institucionalā [4]
Y asĆ podrĆa seguir presentando definiciones de currĆculo desde diferentes perspectivas, corrientes y teorĆas, hasta el punto de llegar a afirmar āel currĆculo es todoā y volver a empezar la discusión.
Volvamos al inicio
RetomarĆ© la frase que decĆa mi colega, pero esta vez incluirĆ© un complemento que le da un carĆ”cter diferente: āel CurrĆculo es todoā Todo aquello que tiene una intención formativa y aquĆ entonces cambia el sentido de esa afirmación vacĆa y empieza a tener cuerpo y acción.
El currĆculo es entonces el conjunto de elementos que se planifican y organizan con una intención formativa para promover el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes. Estos elementos incluyen los aprendizajes esperados y declarados en Resultados de Aprendizaje, los contenidos, los mĆ©todos y estrategias de enseƱanza, los recursos didĆ”cticos y las acciones de evaluación. En definitiva, el currĆculo es la herramienta fundamental para diseƱar y gestionar el proceso de enseƱanza y aprendizaje en un determinado contexto educativo.
LA URDIMBRE: El entramado curricular
Desde hace unos aƱos he empezado a concebir el diseƱo curricular como una urdimbre que representa el entramado de elementos necesarios para concretar una propuesta formativa.

Los elementos de la Urdimbre estĆ”n determinados por una serie de relaciones que se establecen tanto intrĆnseca como extrĆnsecamente y que a su vez determinan los niveles de concreción del currĆculo y las acciones de los diferentes actores o gestores curriculares. AsĆ entendemos entonces que las relaciones mĆnimas que han de establecerse en los momentos de ideación, diseƱo, entrega y evaluación curricular son cuatro:
Unión
Correspondencia
Articulación
Interconectividad
Relación de Unión:
Se refiere a que todos los elementos del currĆculo tienen un lugar en el entramado curricular, un lugar Ćŗnico en tĆ©rminos de la posición que ocupan frente a otros elementos. La relación de unión estĆ” asociada con la noción de alineación. En la urdimbre esta relación permite declarar el hilo conductor bĆ”sico āla hebra que se mantiene tensaā para despuĆ©s insertar entre ella las otras relaciones.

Con esta relación decimos que cada elemento de la propuesta formativa tiene un lugar que determina el siguiente elemento. La unión se refiere a la coherencia y consistencia entre los diferentes elementos que conforman el currĆculo, como los resultados de aprendizaje, contenidos, mĆ©todos, estrategias de enseƱanza y evaluación. Todos estos elementos deben estar unidos en un propósito formativo comĆŗn.
Relación de Correspondencia:

La correspondencia se refiere a la relación que se establece entre los elementos del currĆculo y las declaraciones que dan cuenta de la filosofĆa institucional y del programa, materializadas en el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y el Proyecto Educativo del Programa (PEP). En la urdimbre esta relación permite alinear el entramado de hilos ālas hebras que se entrelazan y hacen Ćŗnico el tejidoā en congruencia con la misión, visión, recursos y estrategias disponibles para la implementación de la propuesta formativa. Debe existir una estrecha relación entre la diversidad e identidad institucional y los elementos del currĆculo para que los estudiantes puedan alcanzar los aprendizajes esperados y la institución cumpla con la promesa de valor declarada.
Relación de Articulación:
La articulación pone en explĆcito la conexión del currĆculo con el sector real en donde no sólo se requieren conocimientos teóricos, sino en gran medida reconocer la realidad y las necesidades del contexto que permiten a los estudiantes enfrentar de manera prĆ”ctica los desafĆos del mundo real y tener un impacto positivo a travĆ©s de sus acciones.

En la urdimbre la relación de articulación conlleva a anudar los hilos ālos nudos que permiten formar una estructura de tejido sólida y estableā haciendo explĆcito el vĆnculo entre los distintos niveles y Ć”reas del currĆculo con el escenario laboral y profesional para formar un todo coherente que potencia la solución de problemas reales del entorno.
Relación de Interconectividad:

Esta relación permite que los componentes del currĆculo se enriquezcan entre sĆ a medida que se relacionan y que se potencien en consideración con el entorno social y cultural en el que se desarrolla la propuesta formativa. La interconectividad es como los hilos de la urdimbre que se conectan con otros elementos del tejido para āformar patrones y diseƱos mĆ”s complejosā permitiendo que el proceso de enseƱanza y aprendizaje estĆ© conectado con la realidad de los estudiantes y la sociedad en general realimentando en doble vĆa la propuesta formativa.
En el diseƱo curricular, las cuatro relaciones (unión, correspondencia, articulación e interconectividad) funcionan como la urdimbre del currĆculo, ya que proporcionan la estructura bĆ”sica que da forma y coherencia al proceso de enseƱanza y aprendizaje.
Empezar desde el final
Junto al conjunto de relaciones que se establecen para la conformación de la urdimbre se destaca la idea de empezar el diseño curricular desde el final, lo que implica responder tres preguntas iniciales:
ĀæQuĆ© se espera al final de ese entramado llamado currĆculo?
ĀæAl tener claridad de lo que se espera lograr (la promesa de valor) se plantean acciones para medir si se logra el objetivo?
¿Qué hacen los actores del proceso para contribuir a ese propósito final?
Las respuestas implican una serie de declaraciones que delimitan de manera conceptual y prĆ”ctica la forma como se organizan las propuestas formativas. Es decir que se declaran los componentes del currĆculo que estarĆ”n determinados de manera transversal por las relaciones establecidas en la urdimbre.
En primer lugar, se debe declarar lo que se espera lograr con la propuesta formativa. Esta declaración se relaciona directamente con los Resultados de Aprendizaje (RA) los cuales son el componente esencial del currĆculo. Los RA se configuran como un elemento que orienta y ordena las declaraciones curriculares del programa, permitiendo el desarrollo de las competencias asociadas al perfil de egreso.
El diseño y organización de las actividades académicas responden al anÔlisis de los RA declarados para el programa o propuesta formativa.
El anÔlisis de los RA permite trazar una ruta de formación a partir de la interacción de espacios académicos, estructurados y planificados, conocidos como asignaturas, módulos, cursos, etc. Estos espacios académicos estÔn diseñados para brindar a los estudiantes oportunidades de interacción, permitiéndoles adquirir conocimientos teóricos y prÔcticos, desarrollar habilidades técnicas y de pensamiento y fomentar las actitudes personales y profesionales necesarias para alcanzar el nivel de competencia declarado.

El siguiente paso de diseƱo inverso implica definir āĀæCómo medir?ā ante lo cual se han de considerar una serie de acciones que permitan evaluar el nivel de logro de los RA. Estas acciones se enmarcan en el meso currĆculo, desde la misma declaración de los RA y su respectiva tributación a los espacios acadĆ©micos, y se desarrollan en el micro currĆculo.
Es en este momento del diseƱo en donde se hace necesario ponerse serios con la evaluación y reconocer los principios y elementos que la caracterizan como una acción profesional docente y en consecuencia como parte constitutiva de la enseƱanza y del currĆculo.
La evaluación hace parte del proceso de planeación y se articula directamente a las decisiones que determinarÔn las formas de enseñar y las oportunidades para aprender.
Medir los resultados de aprendizaje es una acción interrelacionada con la enseñanza y en consecuencia debe planearse.
Una vez se tienen claridades frente al quĆ© y el cómo, se requiere determinar las āacciones de los actoresā Este es el momento en el cual se presentan los mayores casos de ruptura en el diseƱo curricular. Hemos sido testigos de cómo las acciones de entrega del currĆculo se realizan desconociendo el impacto que tienen los RA en las decisiones que se toman a nivel micro curricular. Todas las acciones planeadas por el profesor y que hacen parte constitutiva de su acción profesional, deben estar determinadas por las declaraciones realizadas en los RA.
El anĆ”lisis de los RA determina las estrategias de enseƱanza y evaluación que disponen los profesores para orientar el logro de los aprendizajes de los estudiantes. De igual manera el hecho de que el diseƱo curricular estĆ© centrado desde el aprendizaje hace que las acciones declaradas para el logro de los RA estĆ©n condicionadas a lo que hace o deja de hacer el estudiante como el protagonista del proceso. Esto implica determinar el grado de autonomĆa requerido del estudiante en el aprendizaje a travĆ©s del cual asume sus propias acciones en el proceso.
En Conclusión

Entender el proceso de diseƱo curricular como una urdimbre nos permite comprender cómo los diferentes elementos centrales del currĆculo interactĆŗan entre sĆ, proporcionando la estructura bĆ”sica que da forma y coherencia al proceso de enseƱanza y aprendizaje. De esta manera, podemos afirmar que el currĆculo es todo en tĆ©rminos de su capacidad para orientar y guiar el proceso educativo de manera integral y efectiva. La urdimbre curricular nos brinda la clave para entender cómo esto es posible, y cómo podemos aprovechar al mĆ”ximo su potencial para lograr mejores resultados en la formación de nuestros estudiantes.
Referencias:
[1] Mendo, J. (2008) Concepción de CurrĆculo. Recuperado de: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/12/Concepci%C3%B3n-de-curr%C3%ADculo-Mendo-J.V.-2008.pdf.pdf
[2] Stenhouse, L. (1987) Investigación y desarrollo del currĆculo. Morata. Madrid.
[3] Elliot, J. 1990 La investigación-acción en educación. Morata. Madrid.
[4] Republica de Colombia (1994) Ley General de Educación. Ley 115. https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-85906_archivo_pdf.pdf