El ciclo de mejora continua y la gestión curricular
- Estudio Elefante
- 3 dic 2023
- 11 Min. de lectura
Por:
Consultor Calidad Educativa - DiseƱo Curricular
Diana Amórtegui-Osorio
Socio-Consultor Estudio Elefante
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Somos Estudio Elefante. ”La fuerza detrÔs de las grandes ideas!
La gestión curricular es un proceso fundamental en el Ć”mbito educativo que permite diseƱar, implementar, evaluar y mejorar las propuestas curriculares de manera continua. El ciclo de mejora continua es una metodologĆa que se puede aplicar en la gestión curricular para asegurar que los programas educativos sean efectivos y estĆ©n adaptados a las necesidades de los estudiantes y del entorno. ĀæCómo puede el ciclo de mejora continua ser aplicable a la gestión del currĆculo? En esta columna de Elefantes, exploraremos diversas ideas alrededor de esta pregunta, proporcionando una perspectiva valiosa sobre la aplicación prĆ”ctica del ciclo de mejora continua en la gestión curricular.

El ciclo de mejora continua, tambiĆ©n conocido como ciclo de Deming o ciclo PHVA (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar), es una metodologĆa ampliamente utilizada en diversos campos para lograr la excelencia y la mejora continua. En el contexto de la gestión curricular, este ciclo se aplica para asegurar que el proceso formativo sea adecuado, relevante y efectivo. En tĆ©rminos generales la adaptación de las fases del ciclo de mejora continua a la gestión curricular se comportarĆa de la siguiente manera:
Planificar:
Esta fase puede entenderse como el diseƱo, donde se definen las competencias y resultados de aprendizaje asociados a la propuesta curricular, se identifican las necesidades y expectativas de los estudiantes, se declaran los espacios formativos a nivel meso y microcurricular y se establecen las estrategias y acciones necesarias para el trĆ”nsito del estudiante por la ruta formativa. Esta fase requiere la consideración de manera conjunta de cuatro relaciones mĆnimas entre los elementos del currĆculo (unión, correspondencia, articulación e interconectividad) las cuales determinan su concreción en niveles y las acciones de los diferentes actores o gestores curriculares.
Hacer:
Corresponde a la implementación de las estrategias y acciones definidas en la fase de planificación o diseƱo. Se lleva a cabo la entrega de los currĆculos diseƱados a travĆ©s de las acciones de enseƱanza y las actividades de aprendizaje (las cuales incluyen la evaluación como medio para aprender), asĆ como otras acciones acadĆ©micas que dan soporte a la entrega curricular. En esta fase la relación de interconectividad del currĆculo es fundamental.
Verificar:
En esta fase se lleva a cabo una evaluación basada en el anĆ”lisis de datos y evidencias. Esto implica valorar dos aspectos fundamentales: 1) el progreso de los estudiantes, con el fin de determinar si se estĆ” alcanzando el nivel previsto de logro en los aprendizajes, evaluación del aprendizaje; y 2) los resultados derivados de la implementación de la propuesta curricular. En otras palabras, se examina la efectividad de las estrategias implementadas para asegurar que los estudiantes alcancen los objetivos de aprendizaje establecidos en cada uno de los espacios formativos, promoviendo asĆ un proceso de evaluación para el aprendizaje. Verificar implica entonces activar las relaciones de correspondencia y articulación de los elementos del currĆculo.
Actuar:
En esta fase, se toman decisiones basadas en los resultados obtenidos en la fase de verificación para implementar mejoras en el diseƱo y la entrega del currĆculo con el fin de optimizar su efectividad en cada iteración considerando de manera conjunta las cuatro relaciones mĆnimas entre los elementos del currĆculo: unión, correspondencia, articulación e interconectividad.
En los modelos de aseguramiento de la calidad ante un ente regulador o externo, nacional o internacional, la institución debe elaborar e implementar el plan de mejora donde se aborden las recomendaciones dadas. Al término del periodo de la acreditación o certificación obtenida, la institución debe demostrar que se implementaron las acciones correctivas necesarias y se establecen nuevas metas para el próximo ciclo.

Integrar el ciclo de mejora continua en el currĆculo y la evaluación de competencias no solo mejora la calidad de la educación, sino que tambiĆ©n fortalece la responsabilidad institucional y fomenta una cultura de excelencia.
Integrar el principio de mejora continua en el modelo de diseƱo curricular garantiza la calidad acadĆ©mica de la institución educativa y su oferta formativa, pero tambiĆ©n contribuye a que permanezcan dinĆ”micas, relevantes y ajustadas a las demandas cambiantes del mundo acadĆ©mico y profesional, asĆ como a las necesidades individuales de los estudiantes. La mejora continua facilita la adaptación a nuevas tecnologĆas, pedagogĆas emergentes y requisitos de competencia global, asegurando que los egresados cuenten con los conocimientos, capacidades, actitudes y valores para enfrentar los desafĆos del contexto.
El enfoque de mejora continua es un proceso cĆclico que debe ser un componente intrĆnseco del ethos institucional. La implementación exitosa de este enfoque conlleva una consideración cuidadosa de cómo los estudiantes adquieren y demuestran competencias, cómo el personal docente facilita este proceso y cómo la institución como un todo refleja y sostiene estos valores en su cultura y operaciones diarias.
Ciclo de mejora continua y evaluación de competencias
Integrar el ciclo de mejora continua en la evaluación de competencias dentro del currĆculo es un proceso que involucra revisión y refinamiento constantes para asegurar que la enseƱanza, el aprendizaje y otras experiencias formativas de los estudiantes sean relevantes y efectivos. Esto implica varios pasos:
Establecer Objetivos Claros: Determinar las competencias, y su concreción en resultados de aprendizaje, que deben ser desarrolladas y evaluadas a travĆ©s del currĆculo. Estas competencias deben estar alineadas con las necesidades del entorno profesional y acadĆ©mico y, a su vez, con los valores y misión de la institución educativa.
Diseñar y Realizar Evaluaciones: Implementar estrategias de evaluación tanto formativas como sumativas que permitan a los estudiantes y docentes entender el nivel de desarrollo de las competencias. Estas evaluaciones deben ser herramientas para la realimentación continua y no solamente para la calificación o acreditación.
Recolectar Datos y Evidencias: Reunir información del desempeño de los estudiantes en las evaluaciones, asà como de las percepciones de los estudiantes sobre su propio aprendizaje. Es importante contar con una variedad de fuentes de datos, incluyendo evaluaciones directas del desempeño estudiantil, autoevaluaciones de los estudiantes, realimentación de los empleadores y seguimiento de los egresados.
Analizar Resultados: Analizar los datos recopilados para identificar tendencias, Ɣreas de fortaleza y oportunidades de mejora. Este anƔlisis debe realizarse a nivel individual del estudiante, del curso y del programa.
Reflexionar y Actuar: Llevar a cabo sesiones de reflexión con docentes y gestores curriculares para discutir los resultados del anÔlisis. Se deben identificar acciones concretas para mejorar Ôreas débiles y para potenciar aún mÔs las fortalezas.
Realizar Ajustes en la EnseƱanza y el CurrĆculo: Modificar la planificación de la enseƱanza y los componentes de la propuesta curricular basĆ”ndose en las reflexiones y anĆ”lisis anteriores. Esto puede incluir actualización de competencias y revisión de resultados de aprendizaje, cambios en las estrategias de enseƱanza, ajustes en los mĆ©todos de evaluación o la introducción de nuevos recursos o tecnologĆas.
Comunicar Cambios y Ajustes: Es vital informar a todas las partes interesadas, incluyendo estudiantes, docentes y administradores, sobre los cambios que se han llevado a cabo y las razones detrÔs de estos. La transparencia fomenta la comprensión y el apoyo al proceso de mejora continua.
Implementación de Mejoras: Las mejoras identificadas deben implementarse de manera efectiva. Esto puede requerir formación de gestores curriculares, desarrollo de rutas de profesionalización docente, revisión de los materiales didĆ”cticos, y asegurar que las modificaciones al currĆculo se integren de manera coherente y sostenida.
Monitoreo del Impacto de las Mejoras: Tras implementar las mejoras, se deben monitorear su impacto sobre el aprendizaje y el desarrollo del nivel de competencias asociado al perfil de egreso de los estudiantes. Este monitoreo debe ser continuo para determinar si los cambios han sido efectivos o si se requieren ajustes adicionales.
Documentación y Reporte: Documentar el proceso, las decisiones tomadas, las acciones implementadas y los resultados conseguidos es clave para construir un registro histórico que aporte a la transparencia y permita un seguimiento a lo largo del tiempo. La documentación sirve para la elaboración de informes destinados a grupos institucionales de acreditación, revisiones de calidad internas, y otros organismos externos, ademÔs de proporcionar un recurso valioso para la reflexión y planificación futura.
Establecer un Ciclo Continuo: El ciclo de mejora continua no debe ser visto como lineal, sino como un proceso cĆclico en el que cada etapa o iteración alimenta la siguiente. Tras la implementación y monitoreo de las mejoras, se comienza nuevamente con la definición de objetivos y la evaluación de competencias, asegurando asĆ un desarrollo constante y una mejora progresiva del currĆculo y de la enseƱanza.
Ciclo de mejora continua y niveles de concreción curricular
En el contexto de la educación superior, el tĆ©rmino "concreción curricular" se refiere a los distintos niveles de desarrollo e implementación del currĆculo. El ciclo de mejora continua puede aplicarse en los niveles macro (institucional), meso (programa especĆfico o departamento) y micro (curso o unidad individual) para garantizar una evaluación efectiva de las competencias. A continuación, se describe cómo este ciclo opera en cada nivel:
Nivel macro (institucional):
La institución define las polĆticas, principios y lineamientos curriculares generales. Luego, implementa programas piloto, recaba evidencia sobre su efectividad y realiza ajustes. Finalmente, escala las innovaciones exitosas al resto de programas.
Nivel meso (programa):
El programa define su malla curricular, las competencias del perfil de egreso y los resultados de aprendizaje. DespuĆ©s, implementa metodologĆas y evalĆŗa su impacto. Con base en esto, realiza ajustes para mejorar el logro de dichos resultados.
Nivel micro (curso):
El profesor diseña su planeación didÔctica, las actividades de aprendizaje y las evaluaciones del curso. Recolecta evidencia sobre el progreso de los estudiantes, proporciona realimentación y realiza ajustes en tiempo real. Al final, evalúa la efectividad del curso.
En cada nivel, el ciclo de mejora requiere recabar sistemĆ”ticamente evidencia sobre el logro de las competencias, analizar los resultados y realizar los cambios necesarios, ya sea en el diseƱo curricular, la entrega del currĆculo mediada por la docencia o la evaluación del y para el aprendizaje. Esto garantiza la formación integral de profesionales competentes.
Si bien el ciclo de mejora continua es una herramienta útil para el diseño curricular, presenta ciertas limitaciones que es importante considerar.
En primer lugar, la implementación del ciclo de mejora continua puede resultar compleja y requerir recursos significativos, como tiempo, personal capacitado y tecnologĆas, lo que puede ser una barrera para algunas instituciones educativas, especialmente aquellas con limitaciones de presupuesto o infraestructura.
AdemĆ”s, el ciclo de mejora continua tiende a enfocarse en procesos y procedimientos, lo que puede restar importancia a la dimensión humana y social del currĆculo. La falta de consideración de las diferencias individuales, contextos culturales y necesidades especĆficas de los estudiantes y docentes puede limitar la efectividad de la mejora continua del currĆculo.
Otra limitación radica en su enfoque retrospectivo, centrado en la revisión de resultados pasados para la toma de decisiones. Si bien es importante aprender de la experiencia y corregir errores, esta perspectiva puede limitar la capacidad de adaptación a cambios rÔpidos y dinÔmicos en el entorno educativo, dificultando la identificación oportuna de necesidades emergentes y la implementación Ôgil de soluciones innovadoras.
Asimismo, puede generar una sensación de repetición y rigidez en el proceso de mejora continua, lo que puede llevar a una falta de creatividad y flexibilidad en la generación de nuevas propuestas curriculares. Esto puede resultar en la perpetuación de prÔcticas obsoletas o la resistencia al cambio en la comunidad educativa.
Educación basada en competencias
Una estrategia emergente para la mejora continua del currĆculo es la implementación de la educación basada en competencias, enfoque que se centra en el desarrollo de habilidades, conocimientos, actitudes y valores especĆficas en los estudiantes. La educación basada en competencias representa una estrategia que potencia la mejora continua del currĆculo al enfocarse en el diseƱo curricular centro en el desarrollo integral de los estudiantes, su preparación para los desafĆos del mundo actual y su inserción efectiva en el mercado laboral.
La educación basada en competencias es altamente efectiva ya que personaliza la educación, motiva a los estudiantes, fomenta el aprendizaje activo y el desarrollo de habilidades clave para el siglo XXI, como la resolución de problemas y la colaboración. AdemĆ”s, facilita la evaluación formativa, permitiendo ajustes en tiempo real para cerrar brechas en las competencias. Al centrarse en las necesidades y contextos de los estudiantes, este enfoque prepara a los estudiantes de manera integral para los desafĆos del mundo real, mejorando significativamente el aprendizaje y el logro de competencias, lo que puede tener un impacto significativo en la calidad y pertinencia de la propuesta formativa.
Algunas de las acciones que podrĆan incluirse en esta estrategia son:
Identificación de competencias clave: Realizar un anÔlisis detallado para identificar las competencias fundamentales que los estudiantes deben desarrollar para tener éxito en su vida profesional y personal.
DiseƱo curricular basado en competencias: Reorganizar el currĆculo para centrarse en el desarrollo y evaluación de competencias especĆficas e integrando actividades de aprendizaje que fomenten su desarrollo.
Evaluación de competencias: Implementar sistemas de evaluación que permitan medir de manera efectiva el desarrollo de competencias, utilizando no solo pruebas escritas, sino también evaluaciones prÔcticas, proyectos, presentaciones y otras formas de demostración de habilidades.
Enfoque en el aprendizaje activo: Promover estrategias de aprendizaje activo que fomenten el desarrollo de competencias, como el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la toma de decisiones y la comunicación efectiva.
Colaboración con el entorno laboral: Establecer alianzas con empresas, organizaciones y profesionales del campo laboral para asegurar que las competencias desarrolladas estén alineadas con las demandas del mercado laboral.
Realimentación continua: Implementar un sistema de realimentación constante, tanto para los estudiantes como para los docentes, que permita ajustar la enseƱanza y el currĆculo de acuerdo con las necesidades y desempeƱo de los estudiantes.
La siguiente tabla comparativa resalta algunas de las diferencias y similitudes entre el ciclo PHVA (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar) y el Aprendizaje Basado en Competencias (ABC) en relación con la gestión integral del currĆculo:
āAspecto | Ciclo PHVA | āAprendizaje Basado en Competencias (ABC) |
Enfoque | āMejora continua a travĆ©s de la planificación, ejecución, verificación y ajuste de las acciones. | EnseƱanza y evaluación basada en habilidades o competencias concretas que se concretan en resultados de aprendizaje, en lugar de simplemente transmitir conocimientos. |
āAplicación
| Puede ser implementado a cualquier Ć”rea del currĆculo y en todas las fases del proceso educativo. | Se implementa mĆ”s directamente a la enseƱanza y evaluación, pero puede influir en todos los aspectos del currĆculo. |
Flexibilidad
| Muy flexible, puede ser aplicado a una amplia gama de situaciones. | Flexible en términos de cómo se pueden enseñar y evaluar las competencias, pero requiere una definición clara de las competencias que se deben adquirir. |
Participación de los interesados
| Fomenta la participación de todos los interesados en el proceso de mejora. | Centra la atención en las necesidades y habilidades de los estudiantes, pero también implica a los profesores y otros interesados en el proceso de enseñanza y evaluación. |
Medición del progreso
| Se basa en la verificación y el anÔlisis de los resultados para medir el progreso. | Se basa en la demostración de competencias, a través del logro de los resultados de aprendizaje, para medir el progreso. |
Gestión del cambio
| Incluye un proceso explĆcito de ajuste y mejora basado en los resultados de la verificación. | El cambio y la mejora pueden son impulsados por la realimentación constante y la personalización de la enseƱanza y evaluación. Evaluación del y para el aprendizaje. |
El ciclo PHVA y el ABC no son mutuamente excluyentes y pueden ser utilizados de forma complementaria en la gestión del currĆculo. Por ejemplo, se podrĆa utilizar el ciclo PHVA para planificar, implementar, verificar y mejorar un enfoque de ABC.

Learning Analytics en la mejora continua
La gestión de grandes cantidades de datos en los procesos de enseƱanza y aprendizaje (presenciales, virtuales o blended) se ha vuelto esencial en la actualidad, transformando la forma en que se aborda la gestión curricular y la evaluación de competencias. El Learning Analytics desempeƱa un papel crucial en este contexto porque proporciona a las instituciones educativas una herramienta valiosa para la recopilación y anĆ”lisis de grandes cantidades datos que permiten evaluar la eficacia del diseƱo e implementación del currĆculo, propiciando que directores de programas, diseƱadores instruccionales y profesores tengan una visión profunda y precisa de los avances y desafĆos en el proceso educativo.
A partir del anĆ”lisis de datos sobre el rendimiento acadĆ©micos de los estudiantes, el logro de las competencias, la tasa de deserción, entre otros indicadores, las instituciones pueden identificar Ć”reas de mejora en el diseƱo curricular y tomar decisiones informadas para ajustar y optimizar los programas acadĆ©micos. En el Ć”mbito del aprendizaje basado en competencias, el Learning Analytics permite evaluar no solo los resultados finales, sino tambiĆ©n el progreso a lo largo del tiempo, facilitando la medición del logro de competencias especĆficas, la identificación de brechas en el aprendizaje y la adaptación de estrategias de enseƱanza para abordar esas brechas de manera efectiva. El Learning Analytics actĆŗa como un facilitador clave para la gestión curricular.

Enfoques que enriquecen la mejora continua en el currĆculo
Es importante complementar el ciclo de mejora continua con enfoques mĆ”s flexibles, orientados hacia el futuro, centrados en las personas y sensibles a la diversidad para lograr una mejora continua efectiva y sostenible en las propuestas curriculares. Para complementar y enriquecer la mejora continua de los currĆculos, pueden ser incorporados diferentes enfoques y herramientas. Algunas propuestas alternativas incluyen:
Enfoque centrado en las competencias: Orientar la mejora continua del currĆculo hacia el desarrollo de competencias especĆficas, tales como el pensamiento crĆtico, la comunicación efectiva, la colaboración, la resolución de problemas, entre otros. Este enfoque permite una mayor atención en el desarrollo integral de los estudiantes y su preparación para enfrentar desafĆos en contextos reales.
AnĆ”lisis de necesidades del entorno: Identificar y evaluar de forma sistemĆ”tica las necesidades del entorno laboral, social y cultural en el que se desempeƱarĆ”n los estudiantes, para ajustar el currĆculo y asegurar su pertinencia y relevancia.
Evaluación formativa: Implementar estrategias de evaluación continua que permitan realimentar el proceso de enseñanza y aprendizaje de forma continua, facilitando la identificación temprana de Ôreas de mejora y la adaptación Ôgil de los programas formativos.
Enfoque de colaboración y participación: Propiciar espacios de diÔlogo y colaboración entre docentes, estudiantes, padres de familia, profesionales del Ôrea, egresados, empleadores y otros actores relevantes, para identificar oportunidades de mejora, generar propuestas innovadoras y promover una cultura de mejora continua.
Investigación-acción: Fomentar la implementación de proyectos de investigación-acción en el aula y en el diseño curricular, permitiendo a los docentes y gestores experimentar, reflexionar y ajustar de forma constante las prÔcticas educativas y propuestas formativas.
Enfoque de desarrollo sostenible: Integrar principios de sostenibilidad, equidad y responsabilidad social en el diseƱo curricular, con el fin de formar ciudadanos conscientes, crĆticos y comprometidos con su entorno.
A travĆ©s del enfoque de mejora continua, las instituciones educativas pueden demostrar un compromiso genuino con el crecimiento y desarrollo tanto de sus estudiantes como de su propio cuerpo docente y administrativo. AdemĆ”s, se preparan para adaptarse Ć”gilmente a los cambios y avances, no solo manteniendo su relevancia, sino posicionĆ”ndose como lĆderes en la vanguardia de la educación superior.